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Posted by Papudo | Posted on 13:09

¿HOY LAS INSTITUCIONES FUNCIONAN O ESTÁN AL SERVICIO DEL GOBIERNO DE TURNO?


Muchas veces nos encaminamos solos al borde de un precipicio sin meditar sobre  el perjuicio que  se le hace a la otra persona de la cual se habla mal o se intenta hacer daño con la “palabra”, nunca nos tomamos el tiempo para analizar el alcance y las consecuencias negativas en todos los niveles que tienen  nuestros  dichos, cuando utilizamos incorrectamente nuestra palabra con la intención de hacer mal, herir y dañar, sobre todo cuando somos parte de una misma comunidad, donde todos somos familia y aunque no compartamos la misma visión de futuro, todos amamos con pasión a nuestro pequeño pueblo.

Es triste, penoso y difícil advertir como un grupo de papudanos, que no son más que los mismos  de siempre, han hecho festivo un hecho inquietante al que debiésemos prestar mucha atención.  Hace una semana se conoció un informe de un órgano del estado que presentaba una serie de anomalías en el municipio de Papudo, informe del cual debiésemos preocuparnos en varios sentidos y dimensiones, principalmente, juzgando y sopesando el contenido del documento, que extrañamente tiene una gran cantidad de errores e imprecisiones, que no podemos pasar por alto, establece afirmaciones que no están apegadas fielmente a la realidad, y en donde, en lo medular, por un lado indica,  que estudios presentados por funcionarios del municipio fueron copiados o extractados de contenidos publicados principalmente de internet, y por otro lado, el mismo informe indica que estos mismos estudios simplemente no se entregaron, contradicción fatal para un informe tan serio y supuestamente verídico como este.  También afirma ciertos hechos que, para mí, ponen en duda la veracidad de todo el documento, y que en lo personal me atañe directamente.   El informe señala una serie de direcciones de donde, según  el funcionario de contraloría, fueron extractados parte de algunos estudios para incluirlos en los propios.  Algunas de esas direcciones están dirigidas a páginas con contenidos de mi autoría y que yo he publicado en diferentes medios y soportes, como el Diario El Observador,  algunos Blogs (incluido este) y otros sitios personales,  y al final del mismo informe indica que los contendidos extractados no fueron autorizados por sus autores, sin embargo, manifiesto con total seguridad  y franqueza, que jamás fui consultado como autor en ninguna auditoria.  Por lo anterior, puedo cuestiónarme: “si el informe falta a la verdad en este punto tan importante y fundamental del documento, ¿porque no puedo poner en duda el resto del informe y cuestionar la intencionalidad de quien estuvo a cargo de elaborar esta tan singular auditoria? Sé que algún lector podrá pensar, ¿pero cómo la contraloría podría prestarse  o permitir algo así? y mi respuesta inmediata y con total tranquilidad sería: ¿recuerdan lo que sucedió, hace muy poco tiempo, tan solo unos meses atrás con el SII, otro órgano fundamental en el control del estado, intentando ocultar o demorando información relevante solicitada por la Fiscalía en el caso Soquimich?.  Creo que hoy no podemos poner las manos al fuego por las instituciones, menos en el momento político en que vivimos, porque estas instituciones están conformadas por entes  que, como todos nosotros,  son seres con aspiraciones, pasiones, intenciones, vicios y miserias inherentes al ser humano.   Y me refiero al momento político no solo para referirme a la corrupción presente hoy en los órganos del estado, sino que también al momento que enfrenta un importante sector político del país que busca con desesperación plazas y puestos para los miles de partidarios del actual gobierno y que en un par de años nuevamente quedarán sin trabajo, ahí advierto el motivo de la obsesión y obstinación por destruir a los municipios políticamente antagónicos. 

Respecto al informe mismo, me parecen muy curiosas algunas observaciones, por ejemplo, y en relación a las fotografías del varamiento del Ville de Dijón: “copiadas de documentos tales como Historia de Chile (…) y otros artículos de  internet”.  Esta observación me hace suponer  que el empleado de contraloría pretendía que el funcionario a cargo del estudio regresara en el tiempo y obtuviera  sus propias fotografías.  Como este comentario, son varios los que enriquecen y dan cuerpo al documento y que me parecen, por decirlo menos: “extraños, mal intencionados y absurdos”. 
  
Según un comunicado del Municipio Papudo, este presentará un recurso ante el Contralor General de la República, porque no comparte el contenido del documento y las interpretaciones del funcionario a cargo de elaborarlo, por ello, hay que esperar que todo este asunto siga su rumbo, porque el final de esta historia puede ser muy diferente a como se ha tejido hasta hoy, y muchas sorpresas podremos encontrar en las páginas que están por escribirse. 

Sin embargo,  la pregunta que me inquieta, está dirigida a quienes festinaron y se regocijaron con este discutible y dudoso informe, ¿el día de mañana serán capaces, si es que existen los reparos esperados al mismo, pedir disculpas con la misma pasión, soberbia e insistencia con las que lanzaron sus feroces piedras? 


Bruno Arcos Arenas